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Los jardines verticales han ganado popularidad en las últimas décadas como una solución innovadora para la falta de espacio en áreas urbanas. Este tipo de paisajismo no solo embellece las fachadas de los edificios, sino que también contribuye a mejorar la calidad del aire y a reducir el efecto de isla de calor en las ciudades. La integración de plantas en verticales permite maximizar el uso del espacio, ofreciendo una respuesta eficiente al reto de la urbanización creciente. Además, está demostrado que estos jardines mejoran el bienestar de los habitantes al crear entornos más agradables y saludables.